6 maneras en que las personas inteligentes lidian con la gente difícil y tóxica

6 maneras en que las personas inteligentes lidian con la gente difícil y tóxica
Las personas tóxicas siempre parecen causar un drama innecesario.
A menudo son la fuerza motriz de un conflicto, bajan la moral en el lugar de trabajo y tienen un impacto negativo en el bienestar emocional de quienes tienen que tratar con ellas.
Algunos son felizmente inconscientes del impacto negativo que tienen en los que les rodean, mientras que otros parecen obtener satisfacción de crear caos y presionar a los demás. Lo peor es que puede ser tentador dar a las personas tóxicas el mismo trato que dan a los demás.
Por supuesto, esto nunca funciona. No son capaces de reflexionar sobre sí mismas, y darles la vuelta sólo les hace verse como víctimas.
La mejor manera de lidiar con las personas difíciles es utilizar las siguientes técnicas, comúnmente practicadas por personas inteligentes.
1. Establezca límites.
Los quejosos y las personas negativas son malas noticias. Se regodean en sus problemas y quieren que los demás se unan a ellos para sentirse mejor con ellos mismos.
La gente suele sentirse presionada para escuchar a los quejosos porque no quieren ser vistos como insensibles o groseros.
Pero hay una línea muy fina entre prestar un oído comprensivo y dejarse arrastrar por su espiral emocional negativa.
Sólo puedes evitarlo estableciendo límites y distanciándote cuando sea necesario. Piénsalo así: si el quejoso fumara, ¿te quedarías sentado todo el día inhalando el humo de segunda mano?
Probablemente no. Te distanciarías, y deberías hacer lo mismo con los quejosos.
2. Establezca límites.
Este es el aspecto en el que la mayoría de las personas tienden a venderse mal. Piensan que, por el hecho de trabajar o vivir con alguien, no tienen forma de controlar el caos; esto no podría estar más lejos de la realidad.
Una vez que hayas encontrado la manera de elevarte por encima de una persona, empezarás a encontrar su comportamiento más predecible y más fácil de entender.
Esto te permitirá pensar racionalmente sobre cuándo y dónde tienes que aguantarles, y cuándo no.
Si dejas que las cosas sucedan de forma natural, te encontrarás constantemente envuelto en conversaciones difíciles.
Pero si estableces límites y decides cuándo y dónde te vas a involucrar con una persona difícil, puedes controlar gran parte del caos.
3. Ignorar en algunos casos.
Ahora bien, antes de poner en práctica esta estrategia, ten en cuenta algunos factores. Tienes que aprender la dinámica de ignorar a una persona tóxica.
Un individuo tóxico anhela la atención todo el tiempo, incluso cuando es una ocasión para celebrar a otra persona o sus logros. Se pondrán ruidosos e interrumpirán a otras personas.
Dicho esto, si decides ignorarlos, asegúrate de que hay muchas otras personas alrededor, porque a veces, si has sido sumiso a la persona tóxica durante mucho tiempo, y te encuentras a solas con ella, entonces ignorarla no funcionará.
Sólo puedes ignorar a las personas tóxicas cuando estás en público, porque en público tienden a esconder las represalias agresivas, por lo que es menos probable que se enfaden por ser ignorados.
4. No compartas secretos con los chismosos.
Las personas tóxicas compartirán secretos profundos con otros sólo para parecer momentáneamente interesantes, y con frecuencia juzgarán o cotillearán sobre la gente a sus espaldas.
Si conoces a alguien que hace esto, no te engañes pensando que está cotilleando contigo porque le gustas o confía en ti. Es igual de fácil que traicionen tu confianza.
Las personas tóxicas suelen hablarte de alguien con la esperanza de que les des la razón. Luego, irán a contarle a la otra persona lo que has dicho.
Esto crea fricción entre dos personas, dejando a la persona tóxica en control. Es un método divisivo y manipulador para ganar amigos o poder en un grupo social: no caigas en ello.
5. Reconoce e ignora los insultos.
A las personas tóxicas les encanta insultar a los demás, y lo hacen de forma sutil. Las personas así, intentarán disfrazar los insultos con cumplidos.
Dirán cosas como "Yo nunca tendría la confianza para ponerme eso". O "Lo haces bien cuando lo intentas". Aunque parezcan afirmaciones amables, están dejando caer pequeñas semillas de duda en tu mente al poner condiciones a tus capacidades.
Aprende a escuchar las verdades que se esconden tras el velo de los cumplidos, y luego ignóralas. Sabrás que has crecido, cuando realmente te rías de lo que te dicen. Pero ten cuidado, porque reírse tiende a enfadarlos.
6. Permitir que los mentirosos se hagan daño a sí mismos.
Las personas tóxicas suelen mentir compulsivamente, no sólo a los demás, sino a sí mismas.
A menudo realizarán gimnasia mental para convencerse de que sus mentiras son la realidad. Contar un evento verdadero es relativamente fácil, pero las mentiras son realmente muy difíciles de mantener.
Llevar la cuenta de un montón de historias inventadas es difícil, y los mentirosos acaban poniéndose en evidencia con el tiempo, al contradecirse con otras mentiras.