13 errores de dinero que hay que evitar - Cómo ser bueno con el dinero

13 errores de dinero que hay que evitar - Cómo ser bueno con el dinero
La gente comete errores de dinero, es parte del ser humano.
La sociedad nos llama a gastar en exceso, a perseguir el anillo de bronce que no existe y, sobre todo, a juzgar nuestro éxito por los logros financieros. Es perfectamente natural caer en estas trampas. El truco está en aprender de estos errores para evitar repetirlos en el futuro.
He aquí algunas formas sencillas de evitar las trampas financieras, y cómo salir de ellas si se ha caído en una.
1. Gastar en exceso.
Se podría pensar que esto es sencillo, pero gastar dinero en cosas que no se necesitan es algo peligrosamente común. La línea entre "necesidad" y "deseo" es cada vez más difusa.
Perder el tiempo y el dinero en placeres excesivos, en actividades recreativas e incluso en el mantenimiento de una determinada imagen son características de la era de la información y de las redes sociales. Entre ellos se encuentran los artículos de lujo, como la ropa de diseño, las joyas, los aparatos electrónicos y las salidas a cenar. La próxima vez que abra su cartera para comprar otro par de vaqueros de diseño o el último dispositivo electrónico, pregúntese: ¿Realmente lo "necesito"?
Lo más probable es que no lo necesites, y a la larga estarás mucho mejor si ahorras ese dinero en su lugar.
2. Pagos interminables.
Los planes de pago para los artículos esenciales y las facturas pueden ser una bendición financiera, pero utilizarlos para todo puede ser una sangría. Las cuotas mensuales de los servicios de streaming de música o películas se promocionan como una forma de pagar por el contenido "sin complicaciones", y lo son. El único problema es que se acumulan, y rápidamente.
Netflix y Spotify son dos de los culpables más frecuentes, pero no hay que olvidar las suscripciones al gimnasio, a los juegos o a la televisión por cable que no se utilizan. Los pagos automáticos de estas cosas son especialmente insidiosos porque te obligan a pagar continuamente pero no te dejan poseer nada.
Siempre que sea posible, intente pagar manualmente por los servicios que realmente utiliza y disfruta. Puede ser muy beneficioso para tu cuenta bancaria.
3. Vivir con dinero prestado.
Las tarjetas de crédito son una parte integral de la vida moderna. También pueden ofrecer la ventaja de aumentar su puntuación de crédito, lo que hace más probable que reciba los tan necesarios préstamos bancarios o para automóviles. Pero las tarjetas de crédito también se utilizan hoy en día para comprar cosas cotidianas, desde gasolina hasta alimentos, y muchos otros artículos comunes que deberían tener un lugar en su presupuesto mensual.
El problema es que las compañías de tarjetas de crédito cobran tasas de interés astronómicas por el privilegio de comprar cosas sin tener que pagarlas de inmediato, Y cuando dependes del crédito, hay una mayor posibilidad de que gastes más de lo que ganas.
4. Perseguir las recompensas de las tarjetas de crédito.
Capturar puntos de recompensa es divertido, especialmente cuando se trata de ahorrar millas y puntos para unas vacaciones muy necesarias, Es como un juego. Pero puede irse rápidamente de las manos cuando sólo se hacen compras para acumular puntos.
Es tentador -ya que todos vivimos para ganar y sentirnos realizados-, pero gastar en exceso para alcanzar esos puntos y millas imaginarias puede llevarnos a la ruina. Por esa razón, asegúrate siempre de revisar tus objetivos, financieros y de otro tipo, para asegurarte de que tus prioridades están en orden.
5. Comprar un coche nuevo.
Muchas personas caen en la trampa de comprar un vehículo nuevo y, con la misma frecuencia, acaban con remordimientos de comprador, por muchas razones. Una de ellas es la económica. Un coche se deprecia muy rápidamente.
En cuanto sales del concesionario con tu nuevo coche, su valor ya ha bajado. Además, la matriculación, el seguro, las tasas del concesionario y el mantenimiento se acumulan, además de las elevadas cuotas mensuales.
Comprar un coche de segunda mano o mantener un vehículo antiguo mucho tiempo después de haberlo pagado puede no ser tan divertido, pero tu cartera te lo agradecerá.
6. Pedir prestado para comprar cosas que pierden valor.
Puede que los coches sean el artículo que más se deprecia, pero hay muchos otros. La gente suele pedir préstamos o utilizar tarjetas de crédito para pagar cosas como teléfonos inteligentes, televisores de pantalla grande, tabletas, ordenadores portátiles, etc. Todos estos artículos pueden ser útiles y quizás necesarios en algunos casos, pero también quedan rápidamente obsoletos.
Aunque parece que un cierto "estatus" intangible proviene de poseer el último y más grande artículo de lujo, este tipo de pensamiento es muy caro a largo plazo.
7. No tener un presupuesto.
Elaborar un presupuesto factible puede parecer imposible. Pero una vez establecido y respetado, puede crear la tan necesaria disciplina y seguridad financiera. Una forma flexible de no salirse del presupuesto es seguir la regla del 50/20/30.
Básicamente, de su sueldo neto, debe asignar
- El 50% a los gastos esenciales, que incluyen: vivienda, transporte, servicios públicos y alimentos.
- El 20% a las prioridades financieras, que son: la jubilación, los ahorros y las deudas.
- Y el 30% a las opciones de estilo de vida, que son: regalos, viajes, salidas a cenar, compras y otros gastos no esenciales.
Además, recuerde hacer un seguimiento de cómo gasta su dinero. Puede utilizar aplicaciones o sitios web gratuitos para hacerlo. A menudo, estas te alertarán si estás gastando en exceso y pueden ayudarte a mejorar aún más tu presupuesto.
8. Falta de planificación financiera e inversión.
Alcanzar la independencia financiera no sólo consiste en planificar y ahorrar, sino también en generar nuevos flujos de ingresos a través de oportunidades de inversión lucrativas. Ahorrar dinero mediante una planificación inteligente puede conducir a un superávit, que luego puede invertirse. Algunas opciones de inversión inteligentes son las acciones, los bonos, los bienes inmuebles o la creación de un negocio propio.
Al tener una buena suma reservada para invertir, puede beneficiarse del factor compuesto, es decir, la cantidad prevista que una inversión puede crecer con el tiempo. Sin embargo, si siempre andas escaso de dinero y tus gastos son mayores que tus ingresos, debes controlar tus gastos, para gastar menos de lo que ganas y ahorrar el saldo. Recuerda que el ahorro es igual a los ingresos menos los gastos.
9. Vivir sin red de seguridad.
El concepto de tener un fondo para "días lluviosos" no es nuevo. Mucha gente tiene unos cuantos miles de dólares reservados para una emergencia. Y esto puede ayudar en caso de que surjan pequeños problemas, pero es sólo una gota de agua en comparación con una emergencia real. Ahorra como vives: en función de tus necesidades.
Si ganas 100.000 dólares al año, tener un fondo de emergencia de sólo 25.000 dólares no te va a durar mucho, si te quedas sin trabajo.
Una buena pauta es ahorrar seis meses de ingresos en tu fondo de emergencia, y utilizarlo sólo para verdaderas emergencias. Si tus ingresos o gastos fluctúan, siempre puedes aumentar o disminuir tus ahorros de emergencia en consecuencia.
10. No entender la importancia de construir un buen crédito.
Mientras ahorra con diligencia, gasta con cuidado y vive dentro de sus posibilidades, hay otros factores que determinan su futuro financiero. Uno de ellos es su crédito.
El crédito es una bestia de múltiples cabezas, pero sobre todo, cuanto mejor sea su calificación crediticia, menos intereses pagará, debe trabajar en el desarrollo de algunos buenos hábitos de crédito, que incluyen:
- Pagar a tiempo las tarjetas de crédito y otras deudas
- Utilizar sólo entre el 10 y el 30% del crédito disponible
- Comprobar su puntuación de crédito y su informe crediticio con regularidad
- Revisar diligentemente su informe y disputar cualquier error
11. Comprar una casa que no se puede permitir.
La compra de una casa será probablemente el mayor gasto que realice, una inversión importante que puede durar toda la vida. Nuestra casa es el lugar donde vivimos, hacemos fiestas, organizamos comidas al aire libre para nuestros vecinos, celebramos las fiestas y criamos a nuestros hijos; su hipoteca debe ser manejable a largo plazo, y el mantenimiento y la conservación de su casa deben formar parte de sus gastos. Sin embargo, no debería vivir tan por debajo de sus posibilidades que usted y su familia se sientan incómodos.
Si compras por encima de tus posibilidades y no puedes hacer frente a los pagos mensuales de la hipoteca de tu casa, el banco tiene derecho a actuar, a menudo con resultados desastrosos para tu puntuación de crédito. Si no te sientes preparado para comprar, no lo hagas. Alquila por ahora, hasta que estés preparado para comprar.
12. Permanecer en un trabajo sin futuro.
Otro error financiero es elegir quedarse en un trabajo sin salida, sin posibilidades de progreso, ingresos adicionales o satisfacción laboral. No todo el mundo va a amar su trabajo todo el tiempo, y a veces puede que tenga que aceptar un trabajo como trampolín o porque está desesperado por trabajar. Sin embargo, debes crear un plan para pasar a un trabajo mejor.
Adquiere las habilidades necesarias para conseguir un puesto que se adapte mejor a tus intereses. Por supuesto, lo mejor es comenzar este proceso ANTES de que estés preparado para dejar tu trabajo, así estarás preparado cuando llegue el momento.
13. Apoyarse en la familia para llenar los vacíos financieros.
Las familias tienden a hacernos menos responsables de nuestros errores, esperando que crezcamos, y rara vez se dan cuenta de que a veces estos errores son necesarios para crecer, Esto incluye las finanzas.
No me malinterpreten. Empezar la vida adulta no es fácil: tener que lidiar con préstamos estudiantiles, tratar de ahorrar lo suficiente para comprar un coche o una casa, o no encontrar un trabajo adecuado como joven adulto puede ser abrumador. La opción más fácil y cómoda es pedir ayuda a los padres.
Y aunque puede ser útil a corto plazo y al principio, la dependencia financiera a largo plazo de la familia es extremadamente perjudicial. Te roba valiosas lecciones de vida sobre cómo ahorrar dinero y vivir dentro de tus posibilidades. Cuando te falte dinero, lo que debes hacer es desprenderte de algo.
Sacrificar algún aspecto de tu estilo de vida para llegar a fin de mes. Esto es crucial para tu éxito a largo plazo con las finanzas personales. En definitiva, vigilar tus finanzas puede ser realmente rentable en el futuro. Así que haz todo lo posible por presupuestar con cuidado.
Evita gastar en exceso y controla tus gastos, tanto los grandes como los pequeños. Además, haz que ahorrar una parte de tus ingresos mensuales sea una "prioridad", junto con el desarrollo de un plan financiero sólido.
Como siempre, danos tu opinión.